En un fenómeno que pocos veían venir, un thriller televisivo que pasó desapercibido en su estreno hace casi una década hoy está conquistando audiencias globales a través de las plataformas.
Esto es gracias a su llegada a Netflix. Con buen timing, suspenso psicológico y giros que descolocan, esta serie pegó el salto de ser desconocida para muchos a ocupar los primeros puestos en el ranking de visualización en la plataforma.
¿La clave? Un personaje femenino central con traumas por resolver. Estamos hablando de Ausente (Absentia), una serie cancelada en 2017 que años después volvió a ser tendencia.
¿Por qué ahora y por qué funciona?
La reaparición tardía no sólo le da a la serie un halo de “descubrimiento” sino que también alimenta su viralización en redes. Los usuarios comentan “¿cómo no la conocía?” o “¡esta joyita estaba oculta!”.
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Además, combina varios ingredientes que hoy están en alza: desapariciones inexplicables, conspiraciones estructurales, tensión económica y familiar, un paso por el trauma y la venganza.
Al mismo tiempo, no exige compromiso extremo: los episodios son de duración manejable, el ritmo es dinámico y se pueden devorar en ráfaga.
Fue estrenada originalmente en 2017 y cancelada tras su tercera temporada en 2021. La produjo Sony Pictures Television y la crearon Gaia Violo y Matt Cirulnick.
¿De qué trata?
La historia gira en torno a Emily Byrne (interpretada por la actriz Stana Katic), una agente del FBI que investiga a un asesino en serie en la ciudad de Boston.
Mientras la investigación avanza, Emily desaparece sin rastro y es declarada muerta “in absentia”.
Seis años después aparece en una cabaña abandonada, con severas secuelas físicas y psicológicas, sin memoria del tiempo que estuvo desaparecida. Al regresar, descubre que su marido, también agente del FBI, se volvió a casar y que su hijo ha crecido sin ella.
Mientras trata de reintegrarse, nuevos asesinatos comienzan con la misma firma que el caso que ella investigaba. Ella pasa de víctima a sospechosa mientras busca recuperar su vida, aclarar su identidad y encontrar al responsable.
Las claves de su éxito actual
Por un lado, hay una protagonista femenina que, además de heroína, es víctima: Emily es frágil, rota, pero determinada.
Tampoco falta la tensión familiar: la esposa nueva del marido, el hijo que casi no recuerda a su madre, la casa que ya no le pertenece.
El misterio estructural sirve al “binge-watching”. El esquema básico, pero ejecutado con pulso que invita al “un capítulo más”.
Además, la investigación del crimen, la corrupción policial, el tráfico humano y los secretos institucionales se mezclan en la trama con ecos reales.
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Aunque la premisa es potente, algunos críticos señalan que la serie se ajusta en varios tramos a fórmulas clásicas del policial de televisión, con momentos algo predecibles.
Si bien el arranque logra captar, la constancia del guion puede variar. Pero para quienes disfrutan de thrillers tensos con personajes al límite, Ausencia vale la apuesta.
También, su duración relativamente corta —30 episodios distribuidos en tres temporadas— la hace ideal para ver rápido cuando no querés pensar demasiado.