Para reducir el impacto de la pandemia del coronavirus, el gobernador Andrew Cuomo anunció un programa de test masivos, rastreo de contactos y aislamiento de nuevos casos en el área triestatal de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut, que están colaborando entre sí y también con otras entidades y el gobierno federal.
El objetivo del mismo es duplicar los test que se están haciendo en el estado hasta alcanzar los 40.000 diarios, una "operación que nunca se ha hecho y es intimidante", pero que espera revele cifras de contagio "en torno al 10% de la población en área de la ciudad de Nueva York y porcentajes de un dígito en el norte del estado".
"El rastreo ha empezado ahora y se irá incrementando. Tenemos 500 rastreadores y vamos a ir contratando y formando más cruzando las jurisdicciones", explicó.
Las autoridades estatales pretenden aumentar la dotación con la vista puesta en "35.000 estudiantes" de medicina de las universidades públicas y, para ello, disponen de 1.300 millones de dólares de fondos federales y 10 millones de dólares donados por el ex alcalde neoyorquino Mike Bloomberg, quien diseñará y coordinará los esfuerzos.
También se acordaron colaboraciones con la Universidad Johns Hopkins, que es un referente mundial de la Covid-19, y la organización sanitaria Vital Strategies.
La ciudad de Nueva York, foco mundial del coronavirus con 138.435 casos y 9.944 decesos confirmados y 5.052 probables, congelará asimismo temporalmente los cuerpos de algunas víctimas de la Covid-19 para reducir la presión sobre hospitales, morgues y funerarias, según precisó la municipalidad.
Se trata de cuerpos que en su mayoría no fueron indentificados o que nadie reclamó y se trasladarán desde las morgues a camiones congeladores con el objetivo de que no se descompongan hasta que puedan ser llevados a un lugar definitivo en un plazo que puede llegar a hasta un año.
Esta decisión supondrá el fin de los entierros en la fosa común de Hart Island, en el distrito de Bronx, que hasta ahora se había usado para aquellas víctimas de coronavirus que no pudieron ser identificadas o que no habían sido reclamadas por algún pariente en un plazo de 15 días tras el fallecimiento.
Desde el siglo XIX, Hart Island ha sido el lugar donde descansan los restos de aquellos neoyorquinos que mueren sin que nadie los reclame.
Fuente: Télam