A la par de que a las nueve de la noche muchos vecinos aplauden al personal de salud y a todos los que en este momento se esfuerzan cada día para que la población pueda cubrir sus necesidades, una expresión repudiable empezó a registrarse en la ciudad de Buenos Aires: la existencia de ciertos consorcios que, increíblemente, los discriminan.
Esto sucedió en los barrios porteños de Belgrano y Villa Crespo, donde una médica y un farmacéutico se encontraron con mensajes intimidándolos a no circular por los espacios comunes ni a tocar nada o, directamente, a irse del lugar.
"Si sos médico, enfermero, farmacéutico o te dedicás a la salud, ¡andate del edificio porque nos vas a contagiar a todos, hijo de puta! Tus vecinos", expresaba el cartel anónimo con el que Fernando Gaitán, que trabaja en una farmacia, se encontró pegado en el ascensor una mañana antes de empezar su jornada laboral.
Triste, el joven de 31 años denunció el hecho ante el Ministerio Público Fiscal. "Me indignó mucho porque yo salgo todos los días y expongo mi vida y la de los que viven conmigo, mi salud vale como la de cualquier otra persona", expresó Gaitán en comunicación con eltrece.
"Es una actitud discriminatoria y cobarde, porque si sabés que trabajamos para la salud y tenés tanto miedo porque pensás que corre peligro tu vida, podés venir a hablar conmigo y preguntarme sobre cómo cuidarte", dijo. Y señaló la doble moral que expresa un mensaje como este, quizás escrito por las mismas personas que salen a aplaudir a sus balcones.
Y continuó: "No es nada grato para uno que se levanta temprano y se esfuerza por hacer lo mejor para la comunidad. Se trata de dar todo de sí y pasa esto, la verdad que no se entiende".
Fernando aclaró que, hasta el lunes cuando se topó con el mensaje, nunca había recibido ninguna consulta o advertencia de parte de ninguno de los vecinos del edificio en el que vive.
"No es nada grato para uno que se levanta temprano y se esfuerza para hacer lo mejor para la comunidad".
"Personalmente fue terrible; me conmovió mucho porque soy una persona que da todo y como futuro enfermero que soy siempre trato de hacer el bien", agregó. E indicó que terminó haciendo una denuncia ante la fiscalía porque se sintió amenazado por esta reacción que responde a una "pérdida de valores y de humanidad que va creciendo a pasos agigantados".
"Personalmente, fue terrible; me conmovió mucho porque soy una persona que da todo y como futuro enfermero que soy, siempre trato de hacer el bien".
"Lo primero que hice fue llorar, porque estamos súper aislados, no podemos abrazar a nadie, es terrible", continuó Gaitán. También comentó que gracias a que expuso en las redes lo que le había pasado empezaron a conocerse casos similares.
El joven aclaró que, luego del episodio, no se cruzó con ningún vecino y que, a partir de la trascendencia del hecho, tampoco nadie le pidió disculpas, exceptuando al encargado, que le dijo que tampoco puede entender cómo pudo haber pasado esto.
"Lo primero que hice fue llorar porque estamos súper aislados, no podemos abrazar a nadie, es terrible".
"Yo no necesito el perdón de nadie, estoy cumpliendo con mi deber", concluyó el farmacéutico y estudiante de enfermería.