Muchos dicen que comer una sola papa frita, de esas que vienen en las bolsas y se pueden comprar tanto en kioscos como en supermercados y almacenes, es imposible. En aislamiento, muchas veces nos tentamos y queremos comer algo rico. Una buena opción para no salir de casa y ahorrar dinero es aprender a hacerlas. ¿Cómo? Seguí estos pasos.
Los ingredientes que necesitás son papas, aceite para freir, vinagre sal y, si querés, hierbas o ajo en polvo.
Primero, pelá las papas. Después, cortalas en hojas; bien finitas para que queden crujientes. Luego, para sacarles el almidón, ponelas en un recipiente y mojalas con agua. Ese mismo recipiente llenalo de agua, ponele hielo, sal y un chorro de vinagre. Esto evitará que se pongan negras.
Después de media hora en remojo, enjuagalas bien y secalas con un repasador. Acto siguiente, calentá una sartén o una olla con aceite a 170°C. Para saber si está a esa temperatura, mojá un escarbadientes y, si hacer burbujas, es la temperatura ideal.
El truco está en ir moviendo las papas mientras se frien, que no estén siempre en el mismo lugar. Además, siempre tienen que estar tapadas por aceite. Una vez que las sacamos con el colador, hay que volverlas a freir. Una y otra vez hasta que estén doradas. Dejá que se enfríen, condimentá a tu gusto y ¡gualá!
¿Cómo hacerlas al horno? Es el mismo procedimiento, pero hay que cocinarlas en una fuente con papel para horno. Colocar las papas y agregarle ají, sal y aceite. Cocinar durante 10 minutos con horno a 160°C. Luego, sacarlas y dejar que se enfríen. Acto siguiente, volver a ponerlas al horno por diez minutos más. Repetir este procedimiento tres veces, hasta que estén doraditas.