El actor gallego Pedro Alonso, quien interpretó a Berlín en la serie de Netflix, La Casa de Papel, conversó semanas atrás con el equipo de El Periódico sobre su asombroso rol, antes de que se cumpliera el final del show en España.
Para los fanáticos de este proyecto, Berlín es uno de los personajes más perturbadores e hipnóticos antes visto. “Él es un individuo sin ningún tipo de contemplación. En su territorio se mueve con naturalidad. Es temerario y su condición personal lo hace más peligroso. Siento que camina hacia la muerte como mosca hacia el fuego”, relató Pedro a la prensa.
El destacado artista, de 46 años de edad, posee una vasta experiencia en el cine, teatro y televisión. Es uno de los intérpretes más respetados de su tierra natal, famoso por su incorporación en series gallegas como Rías Baixas y Padre Casares.
“Hay algo muy sofisticado en Berlín. Tiene gustos caros y aprecia lo exquisito de la vida. Eso también le juega en contra, porque hay una mínima diferencia entre ser exquisito y ser artificioso. Es como parte de su encanto, que también lo convierte en una amenaza”, dijo el galán español.
Poco antes de que se embarcara en la serie, Alonso tuvo tiempo para inspirarse en cómo podía interpretar al villano que muchos adoran odiar. “Lo trabajé y preparé mucho. Medía poco a poco para entender de qué forma presentarlo con credibilidad. Siempre decía que Berlín era un chamán, pero que se fue un poco al lado oscuro de la fuerza”, bromeó.
El boom que consiguió la serie, luego de que Netflix lo incorporara a sus filas, fue un poco inesperado para Alonso y sus compañeros de trabajo, que lo tomaron como una oportunidad para avanzar en su profesión, según él.
“La recepción desde el capítulo uno fue contundente. En medio de las grabaciones, no quedaba sino concentrarse y renovar las energías, porque era necesario para la producción. Por como transcurría la historia de Berlín, era difícil saber qué iba a pasar. Pensé en un momento: Creo que me estoy ganando una buena muerte”, comentó Pedro.
Siguiendo la línea, El Periódico trató de averiguar qué haría Alonso con un botín de 2.400 millones de euros, de tener la oportunidad. “Intentaría crear un programa para ‘resetear’ a los líderes mundiales, porque el camino que llevamos no es saludable para nadie. Seguiría siendo como soy, con mayor libertad. Tendría una casa-estudio como Picasso, donde pusiese invitar a mis amigos y relajarme. No dejaría de hacer lo que me gusta y lo que hago”, finalizó.