Se alejó de La Pampa y se instaló sola en Buenos Aires con un objetivo claro: convertirse en una de las modelos más reconocidas de la Argentina. De la mano de Pancho Dotto, Pampita (41) lo logró.
Rápidamente, la joven tomó protgonismo en la escena fashionista local. También, se le abrieron las puertas del exterior. De hecho, Carolina trabajó en Alemania, Japón y Sudáfrica.
Todavía hoy, recibe tentadoras propuestas para trabajar en diferentes países. Sin embargo, ella las rechaza. ¿Por qué? "Antes, mi mundo era eso... Lo dejé y prioricé una vida familiar. De lo contrario, hubiese sido imposible", reveló en diálogo con la revista Watt.
Sus hijos, primero.