Un avión 787-9 Dreamliner de la compañía de “low cost” Norwegian registró el vuelo transatlántico más rápido de la historia, al lograr llegar a su destino tres minutos antes que la marca fijada por una nave de la aerolínea inglesa British Airways en 2015.
La aeronave subsónica partió con 284 pasajeros a bordo del aeropuerto John F. Kennedy de la ciudad de Nueva York, Estados Unidos, con destino al aeropuerto Gatwick de Londres en Inglaterra. Allí aterrizó a las 21:57 hora local, fijando el tiempo del recorrido en 5 horas y 13 minutos, y llegando con una antelación de 53 minutos en el horario inicialmente programado.
La razón que contribuyó a la rapidez del vuelo fueron los fuertes vientos de cola encontrados en la zona del Atlántico Norte, que soplaron a 326 kilómetros por hora. Según un comunicado, esta situación permitió que el avión alcanzara una velocidad máxima de 1.249 kilómetros por hora.
El capitán de la aeronave, Harold van Dam, indicó su satisfacción por lograr esta marca. “Es una sensación extraordinaria saber que hemos conseguido un nuevo récord con este tipo de avión", indicó el responsable del vuelo.
Asimismo, Van Dam agregó que podrían haber llegado en menor tiempo; sin embargo, las turbulencias que estaban pronosticadas a una altura más baja impidieron que el avión volara más rápido todavía.
La empresa Norwegian Air Argentina comenzará sus actividades en el país el próximo 14 de febrero, y el primer avión aterrizó el lunes en el aeropuerto de Ezeiza con la imagen en la cola del músico Astor Piazzolla.
Por su parte, el récord absoluto del vuelo más rápido lo tiene el desaparecido Concorde, avión supersónico que en 1996 logró viajar de Nueva York a Londres en un tiempo de 2 horas y 53 minutos, alcanzado una velocidad de 2.173 kilómetros por hora.