Sus múltiples usos hacen de la linaza una aliada para la salud y belleza, lo mejor de todo es que sin salir de casa podés preparar desde hidratantes para el cabello, batidos a base de la semilla, mascarillas y serúm para el cabello.
Lo primero que hay que saber es que al ser calentadas las semillas de lino expiden una baba gelatinosa que no puede ser consumida en comidas y zumos, pero puede ser aplicado ya sea en el cabello o en la piel lo que le aporta brillo y vitalidad.
Si deseas darle vida a tu cabello aplicá la baba de la linaza cuando esté seco o húmedo, lo que le aportará más brillo, evitará la caída y le dará más volumen. Debés tomar en cuenta que la linaza posee gran cantidad de vitaminas E y B, además de poseer antioxidantes que le dan fuerza y recuperan su vitalidad.
La proporción es usar dos tazas de agua por cada cucharada de linaza. Para el cabello es recomendable usar dos cucharadas de la semilla. En una olla se colocan las cuatro tazas de agua y se lleva a punto de ebullición, luego se vierte la semilla y se deja cocinar por tres minutos.
Tras enfriarse se cuelan las semillas y esa baba se aplica sobre el pelo. Si lo deseas puedes guardar lo que te sobre en la nevera durante dos semanas.
Por ser rica en Omega 3 ayuda a evitar el envejecimiento prematuro de la piel y también le aportará más luz al rostro. Lo ideal es usarla al menos una vez por semana o en pequeñas porciones antes de la crema hidratante de día o de noche. Como mascarilla mezclada con aloe vera, miel, entre otros, también se puede usar.
Si deseas bajar de peso o estimular el tránsito intestinal la linaza es la mejor aliada. La podés consumir en batidos o en las ensaladas.