Ni bien le propusieron protagonizar Hamlet, dirigida por Rubén Szuchmacher en el teatro San Martín, Joaquín Furriel se entusiasmó y aceptó sin dudarlo. Sintió que interpretar una de las obras más célebres de Shakespeare era un desafío al que no podía darle la espalda.
Los monólogos que interpreta Joaquín sobre las tablas son intensos y requieren de su plena concentración, no puede distraerse. Para su sorpresa, en una de las funciones hubo una situación que lo desconcentró por completo e hizo que tuviera que frenar la obra: dos plateítas se pelearon en medio del espectáculo.
En diálogo con el programa radial Perros de la calle, el actor contó por qué se inició el conflicto en plena función. "En un monólogo, que es con el que se termina la primera de las tres partes, de repente arrancó a sonar un celular, pero lo que pasó es que era un ringtone tipo ta ta ta... -bocina- algo muy invasivo’’, comenzó diciendo.
"De repente, comenzó a sonar un celular y empezaron a pelearse tipo tribuna... ¡hasta que uno grita ‘pobre Furriel'!"
Rápidamente, el conflicto entre los espectadores comenzó a crecer cada vez más. "Me paro porque escucho un shhh y de repente una persona grita 'por favor el teléfono', en esa situación yo me quedo callado y retomo el monólogo. Cuando retomo se escucha otro teléfono y ahí se arma como un espectáculo en la platea, porque uno grita ‘por favor apaguen los teléfonos', y empiezan a pelearse tipo tribuna, hasta que uno grita ‘pobre Furriel'", agregó el actor.
¿Qué hizo ante esa situación? Tuvo que frenar el monólogo y esperar a que los espectadores terminaran de pelearse. Después, continuó con la obra... ¡y al final lo aplaudieron con muchísimas ganas! Una función para el recuerdo.