Aunque su aspecto es similar al de un tierno felino doméstico, el gato patinegro es un depredador que puede llegar a matar hasta catorce pequeños animales en una noche. De hecho, es más letal que un tigre o un león, muy escurridizo y de comportamiento nocturno, algo que lo convierte en un animal muy difícil de monitorear.
Su nombre científico es felis nigripes, y es famoso por sus habilidades como cazador. Y es que el gato patinegro se caracteriza por una capacidad de atrapar y matar aves, reptiles y pequeños mamíferos: tiene la mayor tasa de mortalidad de sus presas, ya que el 60% de sus ataques terminan exitosamente.
En general, sus alimentos son pequeñas presas, debido a su tamaño. No obstante, también cazan avutardas y liebres del Cabo.
Como vive en el desierto africano en Namibia, Botsuana, Sudáfrica y algunas zonas del extremo sur de Angola, pasa el día oculto en su madriguera para evitar el calor. Su nombre proviene de sus patas negras y tiene un pelaje en tonos marrones y con manchas similares a las del leopardo.
Otra característica de la especie que deja en claro su instinto agresivo es el maullido; uno que se parece más a un rugido, como el del león. Hoy, el gato patinegro está en peligro de extinción, debido al cambio climático, y a las trampas y venenos que los cazadores colocan para atrapar a otros animales.