Theo, un niño de cuatro años, estaba obsesionado con los dinosaurios luego de ver la película de Disney Dinosaur. “Quiero el carnotauro más grande”, le dijo el pequeño a su padre y el hombre hizo todo lo posible para complacerlo.
La idea original de Andre Bisson, quien compartió su historia viral en Facebook y a la BBC, era situar el animal al lado de la bañera de hidromasaje. Sin embargo, y debido a un error de cálculo del hombre, que imaginaba que el objeto sería de solo 3 metros de largo, el final de la historia fue bien distinto.
Y es que al igual que muchos padres, Andre decidió buscar el gran regalo para su hijo a través de internet. Finalmente fue su esposa quien dio con la página web de Tamba Park, un parque de diversiones que ofrecía dinosaurios a un precio muy accesible.
Fascinado, Bisson no dudó en pedir el más grande del parque y hasta pagó los 1300 dólares sin dudar. Solo se le escapó un detalle: el dinosaurio en cuestión medía unos seis metros de largo.
El hombre supo de su tamaño recién cuando la empresa de transporte le comunicó los problemas de logística para el traslado del “regalo”. Hoy, el carnotauro de Theo solo cabe en el jardín y el niño, que deseaba llevar a su mascota al colegio, solo puede jugar con él en casa.