El agua de rosas es una sustancia que se obtiene de la destilación de los pétalos de rosas y que tiene muchos beneficios a la piel. En la antigüedad, las mujeres de La India la utilizaban para rejuvenecer su piel.
Ayuda a prevenir el envejecimiento
Uno de los mayores beneficios del agua de rosas para la piel es su capacidad para prevenir la aparición temprana de las líneas de expresión gracias a su efecto regenerador. Esta propiedad además favorece la cicatrización y mejora la apariencia de las cicatrices y las marcas del acné, de las huellas del cansancio, el enrojecimiento y los poros abiertos.
Permite suavizar la piel
Por limpiar profunda y naturalmente la piel, el agua de rosas se considera uno de los mejores antisépticos para combatir el acné, ayudando a que el cutis esté muy terso. Destaca su propiedad para tensar la dermis, por lo que disimula la celulitis y da un aspecto rejuvenecido al rostro.
Controlar el pH
Gracias a que el agua de rosas equilibra el pH de la piel permite la proliferación de dermatitis, alergias e irritaciones faciales. Otro importante beneficio es su propiedad antiinflamatoria que evita la formación de bolsas debajo de los ojos.
Equilibrar la grasa
El agua de rosas equilibra la producción de sebo en el rostro para una piel más limpia y menos brillante. Además por su propiedad antibacteriana ayuda a limpiar profundamente la piel eliminando células muertas y residuos de maquillaje.
El agua de rosas se puede encontrar en farmacias y perfumerías. Su incorporación a la rutina de belleza es muy fácil, solo se debe rociarla en el rostro, preferiblemente, con el cutis limpio.
Lo recomendable es colocarla luego de remover el maquillaje y dejar que la piel la absorba. Aunque también puede usarse antes de maquillarte para tener la cara más fresca y hacer que dure más. En el caso del cuerpo es preferible aplicarla después de la ducha porque los poros están abiertos.