En tiempos donde el debate sobre si el consumo de carne es realmente beneficioso o no tanto, las conclusiones de un nuevo estudio parecen inclinar la balanza. Y es que ahora se conoce mediante una reciente investigación que consumir carne en exceso podría acortar la vida e, inclusive, acelerar el envejecimiento.
Dicho estudio, realizado de manera conjunta por investigadores de la Universidad de Edimburgo y el instituto alemán Max Planck, advierte que las carnes rojas consumidas en demasía pueden generar diversos problemas de salud por su elevado nivel de hierro. Algunos de los inconveniente serían los problemas en el hígado, dificultad del organismo para afrontar infecciones y también Parkinson.
Según concluyeron los autores, dichos descubrimientos podrían ayudar a elaborar medicamentos que prolonguen la vida libre de enfermedades. La clave para lograrlo, afirman, sería controlar los niveles de hierro en la alimentación.
Los datos analizados comprendieron tres variables: largo de vida, años libres de enfermedad y longevidad. Los resultados arrojaron que los niveles de hierro fueron el factor que más se repitió como influyente en los análisis.
El estudio, sin embargo, no recomienda estrictamente dejar la carne o reducir su consumo, sino que es una forma de explicar por qué muchas veces este alimento se relaciona con ciertos problemas de salud.