Las privaciones a las que son sometidos los participantes de Gran Hermano 2015, en gran parte por la incapacidad colectiva de coordinarse para ganar la prueba semanal y obtener más y mejores recursos, no impide que disfruten entre ellos. La tensión sexual entre Francisco Delgado (29) y Romina Malaspina (21) se alimentaba a base de mutuos histeriqueos, hasta que el lunes por la madrugada pasaron a los hechos. O algo así.
Sucede que la rubia sabe muy bien todo lo que le genera al hermanito, sindicado como el posible padre del hijo de Gisela Bernal, quien además espera una beba con Barby Silenzi. Por eso, y sobre todo por sus propios deseos, se metió debajo de las sábanas de su pretendiente ante el reclamo del muchacho.
A pesar de que la modelo le consultó si había personas que podían enojarse con su actitud pasional, Delgado hizo caso omiso y fogoneó el encontronazo. Queda claro que en la casa más famosa podrá escasear cualquier cosa, menos pasión...