Mucho antes de que en Morir de amor aparezcan las fuertes escenas de maltrato animal, Griselda Siciliani (40) había confesado los desafíos que implicó encarar el personaje de Helena Karsten. "Después de algunas jornadas, entraba a casa con un nudo en el estómago, preguntándome: '¿Por qué estoy tan triste?' (...) Por ahí había pasado horas grabando mi punción en un quirófano, entre sangre, gritos, enfermeras y pacientes reales deambulando por los pasillos. ¡O pelando un conejo real!", afirmó en una nota con la revista Gente.
A la luz de estas palabras, se comprende la genuina indignación que provocó en las redes la secuencia en que se ve al conejo atado de sus patas traseras mientras Siciliani se aboca a la tarea de despellejar al mamífero muerto. Para colmo, en otra parte se ve cómo el personaje de Juan Deseado, interpretado por Esteban Bigliardi, mete a un pequeño perro en un freezer, que luego saca (N del R: se ve el bulto peludo alegórico) y lo lleva en una bolsa de residuos hasta un contenedor de basura de la calle.
Si bien desde la producción de la ficción se encargaron de asegurar que ningún animal fue maltratado durante el rodaje, el clamor popular se hizo sentir con mucha fuerza en Twitter.