De todas las vidas que Paula Robles podría haber elegido, prefirió el camino del arte, la reflexión y la búsqueda. A los 52 años y con sus dos hijos, Juanita y Francisco ya crecidos, la ex de Marcelo Tinelli tiene todo el tiempo del mundo para dedicarse a lo que más le gusta: el arte y la expresión.
Es que la bailarina, que fue pareja del conductor desde 1995 hasta 2009, es parte de un proyecto llamado Mulleres, un espacio ubicado en el barrio porteño de Colegiales desde donde se dedican a expresar “la potencia femenina y sacar lo mejor de cada una”.
“Es un buen momento para sumar fuerzas y tomar conciencia”, comentó en una entrevista, a cuenta de lo que sucede puertas adentro del taller que le permite explorar distintas posibilidades creativas. En línea con su "camino” y “misión”, que aseguró que está relacionado con aportar al objetivo de lograr “la paz del mundo”.
“Siempre fui una buscadora del sentido de las cosas. Me interesa el para qué, el por qué. Busco conectar con el corazón y en el hacer”, fueron las declaraciones de Paula en la revista Paparazzi. Además, indicó que para ella siempre fue un “desafío” el hecho de poder comunicar.
“Siempre fui una buscadora del sentido de las cosas. Me interesa el para qué, el por qué. Busco conectar con el corazón y en el hacer”.
En esta dirección, se refirió al bajo perfil que siempre cultivó, sobre todo, cuando los medios acudían a ella para preguntarle sobre el Bailando o demás cuestiones de la farándula. “Yo siempre respondía: ‘Cuando haga algo propio, los voy a llamar’. Y así fue. No me sale mostrarme masivamente”, aseguró.
¿Y qué opinión tiene hoy sobre el camino recorrido, habiendo sido la compañera de una de las personas más influyentes de la televisión argentina? Paula lo toma como una experiencia significativa de su vida, un “gran viaje y un aprendizaje”.
“Era muy fuerte lo que sucedía exteriormente. Fue todo un desafío no perder ese lugar de mi conexión con lo que quería con respecto a la familia, a él, con lo que me gustaba hacer. Salía y todo era una bomba”, comentó.
En este sentido, aclaró que no sabe si “padeció” o no el “universo Tinelli”: “Era desafiante. Siempre tomé las cosas desde la fuerza, más allá de mi vulnerabilidad y de mis lugares de sensibilidad y fragilidad. Estaba bueno. Para mi hacer el Bailando fue alucinante. Estar ahí, haciendo la mía, fue muy interesante”.
Robles destacó que en esos años recibió contención de parte de Ideas del Sur, donde iba a bailar y la prensa no la “apabullaba”. Y contó que actualmente está soltera: “Creo que los encuentros suceden, son hermosos y hay que vivirlos, pero hoy estoy sola”.
Mientras que, con el papá de sus hijos, a once años de terminar su relación, dijo que mantiene un vínculo muy bueno. “Los chicos son el vínculo. Hay muy buena onda, muy buena relación. Lo que logramos es un montón. Es algo muy fluido. Hasta con Guillermina, con ella también tenemos muy buena relación. Nuestras hijas son muy contemporáneas, así que son amigas entre sí”, agregó.
"Con Marcelo hay muy buena onda, muy buena relación. Lo que logramos es un montón. Es algo muy fluido. Hasta con Guillermina".
Paula admitió que con Valdés trataron de desarrollar “el vínculo más sano y fácil”.
“Es ir liviano. Ser liviano es un compromiso y ese compromiso tiene su profundidad. Se trabaja para eso”, concluyó, súper zen y centrada.