El Da para darse es un clásico de cada lunes en Perros de la Calle, el ciclo radial de Andy Kusnetzoff por FM Metro. La consigna de la sección es clara: el oyente cuenta con qué persona (que ya conoce previamente, pero nunca se animó a decirle que le gusta) desearía tener un "touch and go" y desde la producción llaman al aire a el/la elegido/a. Cuando atiende, el interesado debe hacerle dos preguntas comunes y a la tercera disparar sin anestesia "¿da para darse?". En caso de no recibir la respuesta buscada, puede decir "agua" código de pedido de ayuda al conductor, quien entra en acción y blanquea que están al aire, para lograr el "sí" del otro lado del teléfono.
Los resultados son diversos, pero siempre divertidos.
"Sos pelot…, ganso de mier…, la conch… de tu madre", se despachó la joven con un rosario de insultos. Sin embargo, una vez más el chico volvió a llamar a Kimey y esta vez, más calma, le advirtió: "No me llames porque me traés problemas", le dijo.
Sin embargo, en el último programa no lo pasó tan bien Matías, un joven de 22 años que eligió como objeto de deseo a la novia de un jugador de fútbol de Vélez Sarsfield. "Soy administrativo municipal, laburo en un cementerio. Me quiero levantar a una argentina, de Ramos Mejía. El tema es que a esa chica la conocimos con mi grupo de amigos, estaba con la hermana y aparentemente es modelo y le pagaban por ir a hacer presencia al boliche donde la conocí", presentó su caso el chico.
"Esta chica mantiene una relación con un jugador de la Primera de Vélez. Llamémosla. No tengo ni idea quién es el jugador, aunque sí me dijo con quién salió la hermana", contó antes del momento de la verdad.
"Hola, Kimey. Habla Matías, nos conocimos el sábado en un boliche, estuvimos hablando un rato y te regalé dos churros rellenos de dulce de leche", se presentó. "¿Para qué me llamás?", fue la respuesta de la chica antes de cortarle el teléfono. Insistente, el chico volvió a la carga, pero esta vez le cayó encima una catarata de insultos, después de lanzarle un "da para darse": "¡Sos pelot…! ¡Ganso de mier…! ¡La con… de tu madre!", se despachó la joven.
Sin embargo, una vez más el chico volvió a llamar a Kimey y esta vez, más calma, le advirtió: "No me llames porque me traés problemas".
¡Escuchá el desafortunado Da para darse!