La pandemia de coronavirus puso en pausa los planes de Luciano Castro (45) de salir de gira con Desnudos, la exitosa obra teatral que protagonizó con su mujer, Sabrina Rojas (40), con Gonzalo Heredia, Brenda Gandini, Luciano Cáceres y Mey Scapola.
Acatando al pie de la letra los decretos para evitar la propagación del virus, Luciano charló con Jorge Rial sobre sus días de encierro en familia, sumado a la difícil tarea de ponerse en la piel de los maestros de sus hijos, Esperanza (6) y Fausto (5), quienes toman sus clases escolares de manera virtual.
"Yo en mi casa la paso bárbaro, pero los chicos no. Llega un momento en el que no alcanza nada y estás todo el tiempo inventando cosas".
"Sacando a mi hijo mayor, Mateo, que vive con su madre, tengo dos chicos chicos que hacen lo que dice mamá y papá. Ellos son los que más manifiestan cosas. Yo en mi casa la paso bárbaro, pero los chicos no. Llega un momento en el que no alcanza nada y estás todo el tiempo inventando cosas", comenzó diciendo el actor en Intrusos sobre los efectos del aislamiento, especialmente, en sus niños.
Luego puso el foco en la educación a distancia y asumió sus limitaciones: "Después está la responsabilidad de ser docente de tus hijos cuando no soy docente. Soy hijo de una familia de docentes, pero hay algo de la docencia, que es la pedagogía, el cómo se les explica a los chicos, que los padres no lo tenemos. Entonces, empiezan a jugar un montón de cosas que hace que esto sea un rompedero de huevo. Pero te repito, si salís a la calle, podés volver contagiado, contagiar o morir, hay que pensar un poco en eso".
"En lo que puedo ayudo, pero a mí me mata la tecnología. Me sacás el WhatsApp y lo tiro al teléfono".
Interesado en el tema de las clases online de Esperanza y Fausto, Rial le preguntó: "¿Cómo hacés vos con la clases virtuales? ¿Se dividen las tareas?". Fue ante esa consulta que Castro confesó su lejano vínculo con la tecnología: "Nos dividimos. Igual lo hace todo Sabrina, realmente. Yo le doy una mano. En lo que puedo ayudo, pero a mí me mata la tecnología. Me sacás el WhatsApp y lo tiro al teléfono. Los chicos todas las mañanas hacen mix, se comunican en distintos horarios, y de eso se ocupa Sabri. A Esperanza la ayudo con algo de matemáticas, lengua, con cosas básicas".