La consigna que lanzó en PH Podemos Hablar el conductor Andy Kusnetzoff era que pasen al punto de encuentro los invitados que hayan recibido señales de personas que ya no están en este plano. En este contexto, Lizy Tagliani dio un paso al frente y relató un episodio que vivió junto a su perro y que le llevó a creer que, por un momento, su madre lo utilizó para comunicarse con ella.
La conductora de El Precio Justo explicó que mantiene una suerte de relación paranormal con su madre. "Todo lo lindo que me pasó en la vida me llegó después de que perdí a mi mamá; y entonces aprendí a ver las señales. Aprendí a convivir y a estar con mi mamá todo el tiempo, a tenerla conmigo y a escucharla", comenzó diciendo Lizy.
"Mi perro me miraba de una manera que nunca en mi vida me había pasado. Me fui al baño y él me seguía, y yo lo agarraba y lo miraba, hasta que en un momento pensé 'Bueno, ya está, que se muera, no puedo hacer nada'", relató Lizy. antes de revelar un suceso increíble.
Entonces, explicó que hace poco tiempo atrás, durante una tormenta, su perro Benito comenzó a temblar de manera llamativa. "Esto habrá sido a las 3 de la madrugada y siento a Benito temblando desesperadamente, y le pregunto '¿Qué te pasa Benito?', porque creí que le iba a dar un bobazo", contó Lizy, que explicó que comenzó a masajearle el pecho para tratar de calmarlo.
"Me miraba de una manera que juro que nunca en mi vida me había pasado. (...) Me fui al baño y él me seguía, y yo lo agarraba y lo miraba, hasta que en un momento pensé 'Bueno, ya está, que se muera, no puedo hacer nada'. (...) Al final, lo llevé de nuevo a la cama, lo abracé, cerré los ojos y entonces me acordé de que mi mamá tenía pánico a las tormentas. (...) Pensé que estaba loca pero lo miré a Benito y le pregunté: '¿Mamá sos vos?'", relató la humorista, que se quebró en vivo ante de contar el final.
"El perro se me tiró encima como abrazándome y sentí que me acarició, se dio vuelta, y se puso dormir y no tembló más", concluyó Lizy con lágrimas en los ojos, mientras Santiago del Moro, su compañero durante muchos años en la radio, contaba que la madre hizo innumerables sacrificios en su vida, incluyendo no comer para comprarle un lugar digno donde vivir a su hija.