Con un duro relato, Jimena Cyrulnik comparó su acercamiento a la espiritualidad con lo que hoy vive Vicky Xipolitakis, quien declaró en la revista Caras que quiere ver al Papa para recibir su perdón, tras ser la protagonista del vuelo del escándalo.
"Yo puedo contar una experiencia: venía a una velocidad tremenda y en un momento me aferré de lleno a lo espiritual. Dejé de trabajar, me afeité la cabeza y me fui a vivir con unas monjas de clausura en Mendoza, algún tiempo. Me fui a un extremo y, en un punto, enloquecí. Pero no me gustaría reírme de Vicky porque le pude estar pasando algo parecido y viviéndolo de un modo muy real (...) En mi caso, recibí muchas burlas y me ha costado mucho en mi carrera. No creo que Vicky esté haciendo chistes con eso", explicó la panelista de Desayuno Americano, tras comparar su padecer con lo que puede estar transitando Xipolitakis.
"Yo puedo contar una experiencia: venía a una velocidad tremenda y en un momento me aferré de lleno a lo espiritual. Dejé de trabajar, me afeité la cabeza y me fui a vivir con unas monjas de clausura en Mendoza, algún tiempo. Me fui a un extremo y, en un punto, enloquecí. Pero no me gustaría reírme de Vicky porque le pude estar pasando algo parecido...", dijo Jimena.
Luego, Jimena asumió que su exceso de velocidad no se debía a la fama ganada como conductora de Versus, sino al consumo de sustancias. "Iba a otra velocidad por el éxito y porque coqueteé un poco, no tuve una adicción fuerte, porque cuando decidí salir de tomar sustancias para divertirme, lo dejé. Lo cierto es que yo coqueteé, jugué, me mal-divertí durante un tiempo con las sustancias. Y puede que a Vicky le esté pasando algo parecido", relató Cyrulnik sobre su complejo pasado, en solidaridad con la vedette.
Por último, Cyrulnik señaló: "Por suerte, en ese momento, no me quedé sola. Me acompañó mi familia y mis amistades. Siempre estuvieron cerca mío cuando 'enloquecí'…", cerró.