Ocho temporadas en el aire con La Jaula de la Moda, un Martín Fierro de Oro, y muchísimas anécdotas y experiencias vividas en el programa emblema sobre el estilo fashion de la TV argentina, enmarcan la charla.
Horacio Cabak (49), conductor del ciclo, habló con Ciudad sobre su trabajo y también su mundo familiar.
-¿Cómo vivís esta octava temporada de La Jaula en el aire de Ciudad Magazine?
-¡Estamos contentos! Ahora tenemos un estudio mucho más grande y hermoso. Siempre estuvimos contentos, pero la pasamos cada vez mejor. Estamos felices.
-¿En qué creés que les cambió la obtención del Martín Fierro de Oro en 2017?
-No nos cambió nada. Los premios no te cambian demasiado, te dan una especie de mimo en el momento, un reconocimiento de parte de APTRA. Es lindo ganar un premio en la industria en la que estás trabajando, está buenísimo, pero no te cambia demasiado. Ganar el Oro hasta te diría que es perjudicial porque ya sabemos que no lo vamos a volver a ganar. Fue un hermoso reconocimiento y seguimos contentos haciendo el programa.
"Tengo mucha cantidad de ropa: camisas, trajes porque por mi laburo tengo que tener stock y variedad. La verdad es que tengo más ropa que mi mujer. Tenemos un vestidor dividido en partes iguales de las cuales una parte ya le 'comí' yo".
-¿En qué sentido creés que fue mutando La Jaula?
-Al principio era un programa que teníamos que "encontrar". Era un programa que iba a analizar la moda, los looks de las celebridades. Era más "acartonado" hasta que fuimos encontrándole el tono y el tiempo, y ahora nos permitimos divertirnos. Empezó siendo un programa pura y exclusivamente sobre moda y con el tiempo terminó siendo un programa entretenido cuya excusa es la moda. Acá los chicos se disfrazan, se ponen cosas, se sacan. El tema sigue siendo la moda, pero lo que cambió es el tono.
-¿Y vos como conductor cómo te sentís al estar hace ocho años en un programa?
-¡Nunca había estado tanto tiempo en un programa! Aunque en mis inicios estuve una buena cantidad de años en El Show Creativo con Juan Gujis. Acá en La Jaula ya somos como familia y justamente creo que funciona bien porque nos vemos las caras un rato.
-¿Te gusta más tener este tipo de estabilidad laboral o también te entusiasma tener otro tipo de desafíos?
-Tengo varias facetas y varios trabajos. Tengo una parte más tranquila que es la de la televisión y la radio. Me gusta estar tranquilo y que las cosas en algún sentido sean previsibles. No me gusta la locura de "hoy hacemos una cosa, la semana que viene otra". Tengo como una especie de estructura y en esa estructura puede haber cambios. Está bueno trabajar en ese contexto. En Fm Delta me pasa igual. Y después tengo una cosa medio caótica. Aparte de los medios trabajo con empresas, donde es un producto distinto, una comunicación distinta, entonces ahí sí tengo más versatilidad y esa cosa de la "incertidumbre" de lo que vas a hacer.
-¿Cómo hacés para estar siempre impecablemente vestido?
-Estoy conservador hoy, je. La moda tiene eso casi extraño y dictatorial que hoy se usa una cosa y al tiempo es un desastre o después es tendencia, es medio raro.
-¿Seguís las tendencias?
-Para nada. Soy súper básico y hasta te diría aburrido. No suelo tomar riesgos con la moda. Si tuviera 20 años por ahí estaría arriesgando. A esa edad sí me divertía más capaz con la ropa. A esta altura del partido ya sé qué pantalones me quedan bien, qué suéters, qué colores y combinaciones. Y sobre todo me gusta estar con ropa que yo sienta que me queda bien y al mismo tiempo es confortable. Mi estilo pasa por ahí.
-¿Qué no volverías a usar?
-¡Uy! En estos días jugábamos acá con la moda de los ochenta, pantalones súper anchos, con trenzas o bordados en los bolsillos, camisas de bambula, colores extravagantes, botas texanas. Toda esa moda, cortes de pelo de los ochenta y también de los noventa. Pero después por laburo tuve que usar unas cosas insólitas. Desfilaba en el momento en el que fue el boom poner en una pasarela polleras para hombres. ¡En mi vida jamás usaría una pollera!
-¿No te resultó ni siquiera cómodo?
-Eh... era una cosa divertida para que salga en las fotos y todo el mundo comente. Pero nunca fue una prenda para hombres, salvo que vivas en Escocia.
-¿Tenés un amplio guardarropas?
-Tengo cantidad. Camisas, trajes y eso tengo mucha cantidad porque por mi laburo tengo que tener stock y variedad. También mi trabajo me permite tener algunos acuerdos y mi vestidor es más amplio de lo que yo invertiría si tuviera que gastar mi plata en él. Y después como soy clásico, se me van acumulando las remeras blancas, las grises, las negras, porque no pasan de moda. Por ejemplo, tengo más ropa que mi mujer. Tenemos un vestidor dividido en partes iguales de las cuales una parte ya le "comí" yo.
-¿Cómo están construyendo con tu esposa Verónica (Soldato, están juntos hace 25 años) esta nueva etapa de la relación con los chicos (Ian, de 16 años y los mellizos Cloe y Alan, de 14) ya más grandes e independientes?
-En este momento pasamos a ser como los remises. El otro día recibí un mensaje de la relación entre padres e hijos comparada con las aplicaciones. Cuando son chiquitos, sos como su app store, servís para descargar juegos, después Google que te preguntan todo y ahora estamos en un momento en el que somos Uber. Si me preguntás si tenemos más tiempo como pareja, sí, porque hay tiempos en los que los chicos no están en casa, pero el tiempo es entre una salida y otra. Los horarios nunca coinciden. Por ahora no hay demasiado espacio, quizás pronto cambien las cosas y cuando me vuelvas a preguntar te digo, ja, ja.