En Bienvenidos a bordo (eltrece), Hernán Drago recordó una aterradora experiencia que vivió mientras grababa un comercial. El modelo reveló que casi lo ataca un tigre en plena producción y que un domador tuvo que asistirlo.
Y tras sus declaraciones en el programa, Drago ahondó más sobre su terrible experiencia en diálogo con Mitre Live: “Hubo una situación en la que tuve miedo. Yo había ido a la selva de Guatemala a hacer un comercial de cigarrillos. Esos viejos comerciales en los que el protagonista era un héroe de una aventura. El tipo iba en su jeep fumando un cigarrillo y veía que un chiquito estaba en peligro. El tipo se ponía en cuero, dejaba todo, se agarraba con un cocodrilo o un tigre y lo terminaba salvando al chico", comenzó.
"Mi papel era el de un loco aventurero que se agarraba con los animales. Y un día apareció un viejo tigre que estaba retirado de un circo de allá. El tigre estaba tirado arriba de un tronco, la foto que tenía que tomar el fotógrafo era que el tigre se sorprendía y yo no le tenía miedo. Pero el tigre no servía para la toma porque era muy tranquilo”, explicó.
"Se le bajó la cadena y yo quedé a un metro y medio de él. Hizo un rugido y pensé que me morfaba”.
Y detalló cuándo la situación se complicó: "El tigre estaba con la lengua al costado, dormido. Entonces, empezaron a zamarrearlo para que hiciera su acción. A la tercera o cuarta vez que zamarrearon al tigre, se hartó y se bajó del tronco. Se le bajó la cadena y yo quedé a un metro y medio de él. Hizo un rugido y pensé que me morfaba”.
"Lo cuento y se me pone la piel de gallina. La pasé muy mal. El domador lo agarró y pidió por favor a la producción que si tenían la foto nos fuéramos”.
Haciendo memoria, Hernán contó que cuando el domador notó que el animal se había sacado le pidió por favor que se retirara del lugar. "Se puso enseguida adelante mío y no me olvido más la fonética. Lo cuento y se me pone la piel de gallina. La pasé muy mal. El domador lo agarró y pidió por favor a la producción que si tenían la foto nos fuéramos”, concluyó.
¡Qué miedo!