En julio de este año, a Guido Süller le tocó afrontar la muerte de su madre, Nélida, una pérdida que lo hundió en una profunda depresión. Pero con esa tristeza nació el afán de darle un nuevo rumbo a su vida. Y así surgió la idea de viajar a Ushuahia, donde tiene una casa, y de retomar su actividad como arquitecto.
Entrevistado por el diario Clarín, el hermano de Silvia Süller contó cómo vive sus días, repartidos entre Buenos Aires y el "fin del mundo", y cómo atraviesa este duro momento de quiebre en el que aclaró que, luego de 20 años como "entretetenedor" y "mediático", hoy siente que no está anímicamente en condiciones de reaparecer en la televisión.
Süller dijo que, por un lado, los productores no le ofrecen trabajo "por miedo a que sea un quilombero". Por otro, ahora le toca transitar el duelo. "Yo no tengo hijos. Mi familia eran mis padres. Pasaron tres meses desde la muerte de mi mamá. Y no estoy bien. Me he planteado desaparecer, no volver más", dijo. Aunque agregó que piensa que hacerlo "no sería recomendable". "Me va a hacer mal, voy a entrar en un pozo", señaló.
El mediático, que tiene residencia en Ushuaia, comentó que en la ciudad fue tan bien recibido que incluso le propusieron participar en política, en el área de cultura. Ofrecimiento que no aceptó porque no quiere involucrarse si no tiene a experiencia. "Además, no es momento de tomar decisiones, cuando uno está en un estado de estrés muy grande no hay que tomar decisiones", opinó.
"Yo no tengo hijos. Mi familia eran mis padres. Pasaron tres meses desde la muerte de mi mamá. Y no estoy bien".
"Mis aguas internas están perturbadas. Todas las mañanas riego las últimas macetitas que mi mamá había comprado. Tengo todavía colgada una blusa de mi mamá y un saquito, le siento el olor, la abrazo...", se sinceró Sülle y reveló que hasta hace muy poco no se podía levantar de la cama.
Además, explica su intenso dolor al hecho de que, sin haber tenido experiencia con la muerte previamente, sus padres murieron casi al mismo tiempo. "No tengo a quien abrazar. Yo vivo solo. Y tengo pensamientos perturbadores", indicó el extripulante de Aerolíneas Argentinas, al tiempo de que afirmó que hay "cosas que no le cierran" y lo "atormentan" respecto de la muerte de su mamá, a los 90 años.
Guido, que se define como "solitario", contó que en Buenos Aires pasa mucho tiempo solo. Y que a la hora del ocio, elige dibujar y ver películas. En Ushuaia, sin embargo, sale con un grupo de amigos y amigas.
"Para sentirte vivo tenés que tener proyectos, sueños e ilusiones. Y eso intento. Cuando no tenés ganas, no te querés levantar de la cama. El primer mes me pasó eso", aclaró Guido, que encontró la manera de rearmarse, paso a paso.