Allá por 1994, Gerardo Romano (72) protagonizó La marca del deseo, una miniserie súper polémica por la temática adelantada a su época, que fue censurada, por lo que recién pudo emitirse en 1997. Más allá del perverso personaje de seductor en el policial negro que lo marcó a fuego como artista y adonis, en la vida real Romano es un simpático galán que está soltero... pero ocupado.
"Soy una persona libre y si conozco a alguien, no le exijo nada que tenga que ver con lo represivo ni con la exclusividad".
Padre de Lucio (32) y Rita (13), el protagonista de la obra teatral Un judío común y corriente se refirió a su situación sentimental en una entrevista con la revista Pronto: "Estoy soltero, pero tengo relaciones con gente que me quiere y que quiero. Tengo cuatro o cinco mujeres que quiero mucho, con las cuales me hablo periódicamente y no tengo relaciones con todas. Soy una persona libre y si conozco a alguien, no le exijo nada que tenga que ver con lo represivo ni con la exclusividad".
Al final, Gerardo Romano justificó la decisión de mantener estos vínculos paralelos: "Estoy bien así y estoy estable. Estas relaciones de las que hablo son estables, aunque sean cuatro o cinco. No voy a desprenderme ni interrumpir una relación amorosa que tengo hace 40 años por alguien que conozco hace uno. Si alguien nuevo me interesa para entablar como el que tengo hace 35 años, lo incorporo a mi vida. Si se opone con la que ya tengo, probablemente cese la nueva relación".