El martes 15, Barbie Vélez (22) vivió un momento de mucha incomodidad en un móvil de Intrusos: la joven actriz estaba dando una nota junto a Candela Ruggeri y, en un momento, Jorge Rial interrumpió la charla para informar que Federico Bal (26) había tenido un accidente ensayando el aquadance y que lo estaban trasladado a una clínica de Colegiales para hacerle chequeos.
Sin emitir palabra, pero con una comunicativa expresión facial, la hija de Nazarena Vélez mostró que la información sobre su exnovio no le era indiferente. Luego, una pregunta de Marina Calabró sobre la delicada salud de su abuelo hizo que afloren las lágrimas.
"Me enteré por las redes sociales. Yo en ese momento estaba en la clínica. No creo que llore por mí... Hoy no queda nada de amor".
¿Barbie lloró por la inesperada noticia de Bal o por su abuelo?, fue la pregunta que quedó latente en el piso de Intrusos. Y, al día siguiente, Federico dejó clara su postura en Los Ángeles de la Mañana.
"Me enteré por las redes sociales. Yo en ese momento estaba en la clínica. No creo que llore por mí. Yo no lo vi, cuando veo una nota nuestra trato de no entrar. No me sigue afectando, pero para qué revolver. No creo que tenga amor por mí, ni un recuerdo. Yo tengo un gran recuerdo de ella, trato de quedarme con las cosas buenas de ella, pero hoy no me queda nada de amor", sostuvo el participante del Bailando.
Luego, ante la aclaración periodística de que Barbie no lloró por él, el hijo de Carmen Barbieri agregó: "Estoy seguro de que no lloró por mí, siento que no tiene nada de amor hacia mí. Habrá sido una suma de cosas. Con todo lo que dijeron, ¿ustedes creen que puede tener amor por mí? Yo no sé si hay algo no resuelto, pero terminamos de una manera terrible. De un día para el otro no la vi más; a los dos días vi la tapa de revista diciendo un montón de cosas, y claramente no nos sentamos a terminar al relación. Eso sí no está resuelto. Pero en cuanto al amor, me parece que ya no queda nada".
"Yo no la odio. En ningún momento la odié. Aunque diga lo que diga de mí, le deseo lo mejor, que consiga a alguien que la ame".
Por último, Ángel de Brito le preguntó si pasó del amor al odio tras al separación, y Federico concluyó: "Yo no la odio. En ningún momento la odié. Aunque diga lo que diga de mí, le deseo lo mejor, que consiga a alguien que la ame, que la cuide. Yo intenté cuidarla. ¿Cómo hice para no odiarla? Trato de entender. No tengo espacio para el odio con ella. Trato de entender hasta las cosas que son mentira. Trato de ponerme en la cabeza de una chica de 22 años, que supuso cosas, y trato de entender la educación que tuvo, y las relaciones que tuvo su madre... Además, todo esto, en su momento, fue sumamente atractivo. Por eso me enamoré de esa mujer. Después, cuando pasa esto, también vienen las partes malas de una mujer tan protagonista".