Eugenia Tobal (42) oficializó en mayo pasado su romance con el empresario Francisco García Ibar (35), aunque ya en enero Ciudad descubrió los primeros indicios sobre el estado de su corazón. Ya más afianzada en la relación con el dueño del refugio canino La Manada, la actriz contó cómo comenzó el noviazgo.
“Nos conocimos por mi perro, quería que Romeo tuviera la experiencia de estar en una manada. No tenía ninguna intención con ningún hombre. Él no sabía mucho quién era yo, no me prestó mucha atención”, comenzó relatando en Cortá por Lozano.
“Lo llevé a mi perro, nos conocimos y estuvimos mucho tiempo como amigos. Como 4 o 5 meses, no había tensión sexual, ni nada. Yo estaba en otro momento de mi vida, focalizada en otras cosas personales. Hizo un trabajo fino. Fue medio como dándose, fue lindo. Después de tantos meses, nos dimos cuenta. Me dio mucha paz y está bueno eso”, agregó Tobal.
Luego, Verónica Lozano presentó un video grabado especialmente por Francisco con un reclamo. “Es una persona muy obsesiva con la limpieza y el orden, y yo todo lo contrario. Cada vez que llego a su casa tengo que estar fijándome dónde dejo las llaves, las zapatillas, que no pueden estar adentro de la casa, y dónde me siento”, la mandó al frente García Ibar, en su primera aparición televisiva.
Al volver al piso, Eugenia esbozó su defensa y contó más detalles de la relación. “Me mudé hace poco entonces quiero que todo esté limpio. Es medio despelotado, ¿viste? Tira el bolso por ahí y lo que ordené se echa a perder. No convivimos todavía. Estamos en casa y en el campo de él. Dejé el cepillo de dientes allá, pero no mucho más porque allá no hay nada”, completó la actriz.