Susana Giménez se mostró conmovida por la muerte de Diego Maradona, con quien la vida la cruzó en infinidad de oportunidades: entrevistas, fiestas, eventos, cenas y viajes fueron los escenarios en los que la diva aprendió a conocer y querer al astro.
Susana expresó su dolor por la trágica noticia en diálogo con El Noticiero de la Gente por Telefe: “El mundo entero está llorando y me emociona mucho ver a la gente, a la policía que está cuidando la puerta del club llorando. Eso provocaba Diego, que era un ser excepcional. Cuando estaba bien. Yo no entiendo cómo no pudo curarse de sus adicciones siendo la persona más famosa del mundo”.
"No sé cómo no pudimos salvarlo. Digo pudimos porque me refiero a los argentinos. ¿Por qué? ¿Por qué no dormirlo hasta que se le pase la adicción?"
Justamente, Susana hizo hincapié a lo largo de toda la comunicación en cómo las adicciones afectaron a Diego y a sus seres queridos: “Tenía gestos maravillosos cuando todavía estaba bien. Era amable, gracioso. No sé cómo no pudimos salvarlo. Digo pudimos porque me refiero a los argentinos. ¿Por qué? ¿Por qué no dormirlo hasta que se le pase la adicción? Esa cosa que tenía, que ahora no era la droga. Era el alcohol. Me dijeron que se tomaba como tres botellas…”
“A veces siento que somos todos un poco culpables por no haberlo ayudado, pero no se dejaba ayudar. Cuando pasan estas cosas digo ‘¿por qué no la disfrutan?’. A la única persona que no hay que perdonar es al que le dio a probar por primera vez la droga”, agregó mezclando el dolor con la bronca.
"Ya sé que todos tenemos que morirnos pero era muy joven y él hizo todo lo posible para morirse, yo creo. Porque él tenía que saber cuando se despertaba lo que había sufrido y seguía, y seguía"
“Ya sé que todos tenemos que morirnos pero era muy joven y él hizo todo lo posible para morirse, yo creo. Porque él tenía que saber cuando se despertaba lo que había sufrido y seguía, y seguía. Era muy raro. También el ego debe sufrir porque los años pasan y dejó de ser el número uno en la cancha y eso le debe haber dolido y llevado a todo esto. Pero empezó mucho antes, cuando era una liebre en la cancha”, reflexionó Susana.
Y sentenció: “Es muy joven a los 60 años pero 60 muy vividos, mal vividos. Es una pena, es una pena. Al primero que le hizo probar esa basura que termina con el mundo, un día lo vamos a conocer para romperle la cara. Porque no hay derecho a lo que hizo, no hay derecho”.