En pleno desarrollo informativo sobre el ataque que sufrió la bailarina Julieta Antón, por parte de su alumno Sebastián Damián Villarreal, quien se había obsesionado con ella y el martes por la tarde la apuñaló en el estudio de danza donde dicta sus clases, Ángel de Brito amplió el debate y se introdujo en la violencia de género, la violencia machista y la violencia intrafamiliar, delicadas problemáticas que Karina la Princesita conoció de cerca, siendo una niña.
"Karina, ¿cómo se sale de esa situación, de la violencia intrafamiliar?", le preguntó el conductor a su nueva "angelita", quien abordó el tema con suma seriedad. "(En casa) hubo violencia de familia. A veces uno dice '¿por qué las mujeres no se van?'. Y en mi casa pasaba eso. Hay un montón de razones por las que no se van. A veces no tenés a dónde ir, tenés miedo o decís qué hago sola, sin trabajo y con dos hijos. Y a veces uno culpa a la madre. Dice '¿por qué no te fuiste antes?'. Pero me parece que hay que estar en el lugar".
"Yo naturalicé ciertas cosas. Mi papá se iba a dormir la siesta con la escopeta cargada al lado y con la Biblia en la mano. Nosotros veíamos eso como algo normal".
Evocando ese doloroso pasado, la cantante continuó con su testimonio personal: "Si bien hay lugares a los que podés acudir, no te sentís del todo protegida, porque hacés la denuncia por violencia de género y después volvés a tu casa donde está el agresor, y te puede matar igual".
Impactada con el fuerte relato, Karina Iavícoli le preguntó: "¿Vos vivías con miedo? ¿Cuándo presenciabas esas situaciones, las entendías?".
"Un día mi papá entró sin pedir permiso al colegio y dijo '¿dónde está la puta de tu madre?'. Cuando vi la reacción de mis compañeros y de la profesora, dije 'okey, esto está mal'. Yo tenía 7 años".
Y la artista contestó y describió una tremenda escena cotidiana: "Yo naturalicé ciertas cosas. Mi papá se iba a dormir la siesta con la escopeta cargada al lado y con la Biblia en la mano. Nosotros veíamos eso como algo normal".
Preocupado por la realidad que viven muchas mujeres, Ángel de Brito agregó: "¿En qué momento te empezaste a dar cuenta de que eso estaba muy mal?". Fue ante esa directa consulta que Karina la Princesita expuso una fuerte escena que la marcó: "Un ejemplo fue en el colegio, en segundo grado. Mi papá entró sin pedir permiso y dijo '¿dónde está la puta de tu madre?'. Cuando vi la reacción de mis compañeros y de la profesora, dije 'okey, esto está mal'. Todos mis compañeros me empezaron a tratar de '¡ay, pobre!'. Yo tenía 7 años y para nosotros eso era algo de todos los días, algo normal".