Este fue un gran año para Pamela David (37). Y en su último día al aire antes de sus vacaciones -durante enero será reemplazada por Adrián Pallares en la conducción de Desayuno Americano- la animadora se refirió al intenso 2015 y cómo se las ingenió para conjugar la maternidad con su doble trabajo en la televisión, ya que a las 2 horas y media del ciclo matutino, durante 5 meses se le sumó una hora y media nocturna de El Debate de Gran Hermano.
"Era tremendo cómo me hicieron sentir mis hijos la ausencia. Se largaban a llorar. Mandaba fotos desgarradoras de Lola llorando al grupo del WhatsApp del programa".
"Hablamos la decisión de hacer Gran Hermano y fue contemplada con el apoyo de Daniel (Vila, su esposo y dueño de América). Lo hablamos un poco con los chicos, pero un poco. Les dije que mamá no iba a estar en la casa y, por ejemplo, Daniel se encargó de los deberes de Feli", relató Pamela, mamá de Felipe (8, fruto de su relación con el basquetbolista Bruno Lábaque) y Lola (3, a quien tuvo con Vila). Pero a la hora de contar cómo era el momento en que se iba para los estudios de América, la conductora hizo una revelación: "Era tremendo cómo me hicieron sentir (la ausencia). Se largaban a llorar. Les mandaba a ustedes, al grupo de WhatsApp, fotos desgarradoras de Lola llorando", contó.
Después del éxito de Gran Hermano 2015, Pamela agradeció haber asumido ese desafío: "Es mi trabajo y me dignifica. Con el diario del lunes digo 'qué bueno que lo agarré' porque tenía un fin. Si vos me decís si toda mi vida me animaría a hacer dos programas, diría que no. Mis hijos son chiquitos, me necesitan. Aparte me dijeron que Gran Hermano eran 3 meses y después, por suerte, por el éxito del formato duró 5 meses. Pero no me siento mal y de hecho si vuelvo a hacer la segunda temporada me va a doler menos el corazón. No pasa nada", finalizó Pamela David.