Es una fecha difícil para Pampita, a 9 años de la muerte de su hija Blanca Vicuña mientras está súper sensibilizada pasando el puerperio de Ana, su beba. Roberto García Moritán es su fiel compañero y la persona que busca sanar la herida más grande de la conductora.
"Para mí es de un enorme aprendizaje, al no haber vivido nada semejante, solo puedo acompañar en silencio y trata de ser lo más fuerte posible porque sé que mi rol en ese momento es ser el sostén de Caro", aseguró el empresario a la revista Gente, cuando le consultaron sobre la ceremonia que se hizo en mayo por los 15 años que hubiera cumplido Blanca.
"Ser sostén y que ella se pueda apoyar en mí, de la forma que sea, con todo el peso que necesite. Y lo digo con muchísima humildad, con muchísimo dolor; pero tratando de brindarme a lo que ella necesite, de la mejor forma que pueda”, se sinceró el marido de la modelo.
"Para mí es de un enorme aprendizaje, al no haber vivido nada semejante, solo puedo acompañar en silencio".
“Obviamente uno nunca va a terminar entender todo lo que significa perder a una hija, pero trato de acompañarla todo lo que puedo", concluyó Roberto García Moritán sobre el apoyo que le da a Pampita.