La paciencia tiene un límite y la de Ángel de Brito llegó a su final. El jueves pasado, en los minutos finales de Los Ángeles de la Mañana, el conductor sorprendió a las panelistas y a sus invitados al dejar el programa en vivo. A paso firme y en silencio, el periodista abandonó la emisión, que continuó su curso al mando de Andrea Taboada, quien tomó la posta tácitamente.
Antes del cierre, Ángel volvió, agarró el mate y sin dar detalles de su salida dio por finalizado el envío de ese día.
"Me calenté, me pudrí de un montón de cosas que no se ven al aire y que no tienen que ver las chicas, más allá de que en ese momento me fastidiaron las interrupciones permanentes".
Con la intriga latente sobre lo que le ocurrió, Pía Shaw aprovechó el espacio que comparte con De Brito en CNN Radio y le preguntó en El Espectador por el tema. "¿Qué pasó ayer en LAM, que te fuiste del programa? ¿Fue un chiste?”, le consultó la periodista. Y Ángel fue sincero: "No hay mucha explicación, nada de otro mundo. Me calenté, me pudrí de un montón de cosas que no se ven al aire y que no tienen que ver las chicas, más allá de que en ese momento me fastidiaron las interrupciones permanentes: estaba Miriam Lanzoni, los de La jaula de la moda y las 4 'angelitas'. ¡No entendía nada!".
"Para no insultar al aire, me fui a insultar afuera y después volví. Dije lo que tenía que decir No me parecía hacerlo al aire... Fue por cosas de trabajo".
Tras una pausa en su relato, Ángel de Brito terminó de revelar el motivo de su intempestiva y breve salida de LAM: "En este caso, para no insultar al aire, me fui a insultar afuera y después volví. Dije lo que tenía que decir, las palabras sintéticas que utilizo a veces. No me parecía hacerlo al aire. Dejé que las chicas sigan y volví, y busqué el mate, que me lo había olvidado… Fue por cosas de trabajo, cosas que tienen que salir y no salen".