Actor, productor, director de Programación de El Trece, marido, padre de familia, Adrián Suar es un verdadero hombre orquesta. Acaba de terminar de filmar la película Me casé con un boludo, donde reedita con Valeria Bertuccelli el exitoso dúo de Un novio para mi mujer (estrena el 14 de marzo) y, mientras se prepara para un 2016 bien caliente, realiza un infaltable balance del año que pasó.
Suar brindó una extensa entrevista al diario Perfil y no dejó tema sin tocar. Adrián se adelantó a la competencia que tendrá con su mujer, Griselda Siciliani, quien protagonizará en Telefe la tira Educando a Nina. “Y bueno. Ella también quiere ganar. Es más competitiva que yo. Se lo toma con uñas y dientes. Programa que hace lo vive como propio y es la capitana del equipo. Luego de 15 años de análisis, su psicoanalista le dio el alta, pero una vez por mes se juntan a comer y hablan. Una suerte de sesión sin diván”, contó.
"Le tengo fe, tiene un elencazo a Los ricos no piden permiso. Yo creo que va a estar arriba de 14 puntos de rating. Va a andar por ahí".
La novela turca Las mil y una noches se convirtió en uno de los tanques del año y el encargado de la programación del canal de Constitución reveló una singular perlita. “No sabía que iba a ser un suceso, no, no. ¿Cómo lo voy a saber? Casi no la compré. Es muy caro poner una lata de siete a diez mil dólares por capítulo, muuuy caro, tenés que pensarlo dos veces. La verdad: estábamos que sí, que no, que sí que no, lo terminó decidiendo el dueño del canal, Lucio Pagliaro, uno de los accionistas. Esa es la verdadera historia”, relató Adrián.
De cara al próximo año, Suar ya puso a andar los motores y apuesta a Los ricos no piden permiso, la tira protagonizada por Luciano Castro, Araceli González y gran elenco. “Un capítulo de Los ricos no piden permiso cuesta arriba de los 600 mil pesos. Le tengo fe, tiene un elencazo, pero, va a ser un primer semestre difícil. Tiene que levantar la publicidad. Está muy baja, la torta publicitaria con respecto a lo que se gasta es inferior, está depreciado el mercado argentino. Yo creo que va a estar arriba de 14 puntos de rating. Va a andar por ahí”, auguró.
"Hace diez años, seguro, sentí que podía estar tranquilo, que iba a tener una vejez digna. No necesito ser más rico de lo que soy, ya estoy bien. Las cosas que hago desde hace muchos años no tienen que ver con que soy ambicioso del hacer. Por la plata no, no soy el loco que se quiere comprar cosas".
Además, Adrián habló de la proyección internacional de Esperanza mía, uno de los éxitos del año. “Esperanza mía se vendió a Israel, Polonia, países del Este. Se está vendiendo. A España, Italia se va a vender y algunos formatos tienen salida. Tenemos un problema con el idioma nuestro, los argentinos sonamos más raros. Hablamos rápido, no nos entienden”, explicó.
Sobre el final, Suar abrió la ventana de su intimidad. “Hace diez años, seguro, sentí que podía estar tranquilo, que iba a tener una vejez digna. Pero sería un maleducado porque lo que para mí es una vejez digna, con la mitad de la mitad, para otro ya es una vejez digna. No necesito ser más rico de lo que soy, ya estoy bien. Las cosas que hago desde hace muchos años no tienen que ver con que soy ambicioso del hacer. Por la plata no, no soy el loco que se quiere comprar cosas”, concluyó.