Además de sus canciones, la familia de Amy Winehouse quiere que su legado trascienda la música y por eso decidió abrir un centro de desintoxicación que llevará su nombre.
La cantante, fallecida a los 27 años el pasado 23 de julio en Londres, padeció ella misma la adicción a las drogas y al alcohol. A pesar de sus varias internaciones para rehabilitarse, Amy no logró recomponerse y sus padres no quieren que otras personas corran con su misma suerte.
Según el diario The Times, Mitch Winehouse, padre de la cantante, se reunirá con representantes del Gobierno británico con el objetivo de buscar apoyo para abrir un centro que ayude a jóvenes drogadictos sin recursos. Mientras tanto, aún se desconocen las causas de la muerte de Amy y la policía se encuentra a la espera de los resultados de las pruebas toxicológicas para determinar cómo murió.
Desde su fallecimiento, las ventas de sus únicos dos trabajos discográficos, se han disparado y su segundo álbum, Back to black ha pasado ser el más vendido en el Reino Unido.