Si quieren extravagancia, amigos, se me van a leer otra nota a otra parte de otra página. Este es el relato completo de una chica normal que trabaja en la tele. Y la justificación parcial de que la pantalla también le da cabida a otra clase de minas. Hablamos de una chica como cualquiera. De una como yo, como vos, como la vecina de enfrente. De esas que se levantan a la mañana, saludan a su marido, le dan un beso a su hija y rajan de casa para hacer de madre, esposa y trabajadora a cuatro manos. En su caso, ella no termina del otro lado del mostrador atendiendo el kiosco. Ella termina apareciendo en la pantalla de Telefé haciéndote reír con su pose anti-diva. Y le sale bárbaro.
“Es que yo vendo esto que soy. Soy colgada, muy colgada y lo exploto. La gente del programa me gasta porque no entienden que todavía no me adapto al medio. Pero me parece más importante ser como soy que andar haciendo un personaje. Me gusta divertirme y divertir”, cuenta Gutman, minutos después de haber finalizado la función de “Socios”, el espectáculo que hace y comparte junto con Guillermo Selsi todos los sábados a las 21.30 en The Cavern (Paseo La Plaza). “Lo de AM fue un milagro. Todos ellos son personas muy humanas comparadas a lo que se puede encontrar en la tele de hoy. Tienen los egos muy bien colocados”, dice.
Con 32 años y una hija, Dalia cuenta que está, finalmente, donde siempre quiso estar. “Yo tenía una ansiedad que era contraproducente para mi momento. Había sido madre y sabía que quería seguir desarrollándome en el medio, pero no tenía idea de cómo hacerlo. Y me llamaron para hacer unas pruebas y quedé. Nunca me dijeron “hacé esto o aquello”, siempre me paré desde un lugar de mucha naturalidad y creo que eso es lo que funcionó”, reflexiona. Y como quien se confiesa con una amiga cuenta su secreto: “A veces soy muy sensible para este medio. Me choca mucho el desamor. Yo sólo quiero hacer reír”.
Lindo pensamiento para alguien que entró en la tele y que parece mirarla desde afuera, como con inocencia, como con frescura. Dijimos televisión, inocencia y frescura. Dalia, bienvenida seas.