Que los cantantes como Enrique Iglesias despiertan pasiones incontrolables entre sus fanáticas es evidente. Muchas veces hemos escuchado que las chicas no pueden contener la excitación y hasta se orinan, literalmente. Y para hacer honor al ídolo se juntan entre varias gruppies y conforman un club de fans que le rendirá culto, lo seguirá en cada uno de sus shows y lo defenderá de los ataques de la prensa.
Ya no sorprende que alguna persona se tatúe un símbolo, el nombre de un club de fútbol o un amor, como muestra del cariño incondicional hacia alguien. Más tradicionales son los obsequios como osos de peluche, banderas, cartas, fotos, remeras y demás. Incluso el eterno Sandro era receptor de flores o ropa interior de las mujeres. Las más osadas, hasta llegan a entregarse en cuerpo y alma para reafirmar su idilio.
Pero lo que confesó Enrique supera todo lo imaginable y ciertamente lo deseable, sin dudas algo muy original. Es que en una entrevista reciente reveló que hace algún tiempo atrás una joven le regaló un tampón usado. No queda claro si ella pensaba demostrarle su aprecio o fue una magistral manifestación de aborrecimiento dado el grado de repugnancia que representa esa suerte de algodón que contiene la hemorragia menstrual femenina.