Tras dos temporadas en Buenos Aires, ha reiterado su atracción popular en Madrid, donde llena el Nuevo teatro Alcalá, hasta el 24 de junio.
En dos pantallas gigantescas titilan las viejas imágenes del Buenos Aires que recibía los inmigrantes a raudales. La gran ciudad recibe el caudal que nutriría a nuestros país en todas sus vivencias nacionales. En los barcos aparecen las imágenes de los que llegaban de todos los rincones del mundo. Después llegan el tano, los criollos y los inmigrantes y les acompaña la creación de la producción e industria del vino.
Las imágenes se apagan y Carlos Etchegaray comienza a interpretar los tangos en un escenario donde se despliegan el baile, los músicos, el canto y hasta los espectadores que cuando avanza el espectáculo son invitados a participar como si estuvieran en un café concert.
Buenos Aires, el tango y el vino tuvo un gran éxito en Buenos Aires durante dos temporadas y ha reiterado su atracción popular en Madrid desde el 24 de abril hasta el 24 de junio. "Estamos muy contentos con la respuesta no sólo de los españoles sino de un público donde predominan muchos argentinos pero también gente de muchas nacionalidades y turistas que adoran al tango argentino", explica el productor Nicolás Degliantoni.
Un gran maestro del bandoneón Jorge Orlando Lema, y varios excelentes músicos argentinos, interpretan clásicos como La Cumparsita, El choclo, Muñeca Brava, Uno y la Milonga sentimental. Los bailarines, la música, la emotiva interpretación de la cantante Valeria Hermández acompañan estas joyas que son recibidas con gran entusiasmo por el público que todas las noches colma las salas del Nuevo Teatro Alcalá de Alejandro Romay, un verdadero templo de la cultura argentina en Madrid.
No falta ni Carlos Gardel, que aparece en tres versiones cinematográficas de Cuesta abajo y Volver. La afortunada idea de este espectáculo de alta calidad, es de Luis Cella. El conjunto es una síntesis de la nostalgia, la fuerza vital con que se construyó la Argentina. El tango es el gran resultado, la mayor creación cultural de los argentinos que se ha difundido por todo el mundo. "Vos no sabés lo que es escuchar cantar un tango a un turco", proclama el bailarín y diseñador del vestuario Mariano Otero. Otro bailarín, Fernando Mahmijas, que ha recorrido el mundo con su compañera Valeria Cuenca, retruca: "Y realmente no nos podíamos imaginar la inmensa importancia del tango en Finlandia. Fuimos una vez y hemos vuelto siempre con una gran alegría por el triunfo del tango".
La sangre tira y los artistas despliegan ante Clarín una atractiva ración de facturas, de las nuestras, que acompañan al mate. Una madrileña tanguera de ley, Alejandra Heredia, hace una gran interpretación de Muñeca brava que canta Valeria Hernández. El maestro del bandoneón Jorge Lema lleva muchos años radicados en España donde tiene un protagonismo en diversas actividades con grandes artistas argentinos y españoles. También se destacan Fernando Herrera al piano y dirección musical, Carlos Etchegaray, cantante y guitarrista, y la voz rica de Valeria Hernández.
Este despliegue acompaña el desarrollo del tango, las vicisitudes de los inmigrantes y el crecimiento en Mendoza de las vides y la industria del vino, esfuerzo mutuo de argentinos, italianos y españoles.
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