La actriz paseó por las calles de Madrid en compañía de su hijo Lázaro, que está a punto de cumplir tres meses. A ella se la vio espléndida, casi recuperada de la fuerte suba de peso que soportó durante el embarazo. Su madre, María, la ayuda permanentemente con el cuidado del bebé y un amigo muy cercano a la pareja la acompaña mientras su novio viaja para recibir premios o promocionar sus películas.
Lo cierto es que la actriz está recuperando de a poco su individualidad y hasta salió a comer con un grupo de amigos argentinos. La pareja ya decidió bautizar a Lázaro y el padrino será el actor y amigo personal de Gael García Bernal, Diego Luna. Por lo pronto ella descansa en la Madre Patria y le hace mimos a su hijo, sin importarle la presencia de los paparazzi que la fotografían sin cesar.