Y quedaron 17 parejas en "Bailando por un sueño". El voto telefónico dejó fuera del show a María Fernanda Callejón frente a Serafín Zubiri, que obtuvo el 52% de las adhesiones. Antes, el jurado había salvado a Sofía Zámolo, Sabrina Rojas, Fernanda Vives y la Tota Santillán. Pero la gala de ayer, con el clásico duelo de parejas, tuvo un ingrediente extra: el enfrentamiento personal que mantienen Santillán y su ex mujer, Fernanda Vives. Quiso el destino que el puntaje que recibieron del jurado en la ronda de beat nacional los mandara a ambos a la sentencia, junto al resto.
Y nomás arrancó el show, Fernanda Vives (con cambio de vestuario) declaró que ella y su padre, presente en el estudio y a quien la Tota había denunciado en otros programas de televisión, "somos felices y no tenemos que darle explicaciones a nadie". El señor Vives, siempre de perfil bajo y de pocas palabras, esta vez llegó a amenazar con iniciarle juicio a Ricardo Daniel Carías, "el verdadero nombre de la Tota Santillán". Enseguida, Marcelo Tinelli anunció la presencia del "líder de la movida tropical", la Tota (que también apareció con vestuario renovado), y a quien le preguntó sobre el bolonqui armado alrededor de su persona. Con la presencia en el estudio, además, de la ¿vedette? Fabiana Luzzi que durante la tarde había hecho declaraciones sobre Santillán en otros canales, la Tota intentó quitarle importancia al tema: "Yo vengo acá a bailar. Lo que pasa es que todos quieren estar en este programa". Y hasta apareció una nueva ¿novia?, Abigail, a quien Tinelli hizo bailar con la Tota un lento.
El culebrón de Santillán y Vives, por momentos, eclipsó a las otras parejas sentenciadas, salvo el momento en que Tinelli protagonizó un verdadero show aparte con Xifo, el perro lazarillo de Zubiri, que incluyó el blooper de la caída del conductor. Toda la atención estuvo puesta en la ex pareja que, desde hace varios días, vienen ventilando su enfrentamiento por los medios.
Hasta el jurado integrado por Carmen Barbieri, Jorge Lafauci, Moria Casán y Gerardo Sofovich opinó esta semana sobre los detalles de la separación, intentando desentrañar cuál es más culpable de los dos en este divorcio mediático. Sofovich, ofendido por declaraciones de la Tota, lo trató de estúpido por tomar como agresión el puntaje recibido. "Es evidente que tu trabajo es ser víctima. Así te contesto la bajeza con la hablaste de la supuesta condena", le dijo. Y aunque la polémica pintaba para gran cosa, el bailantero pidió disculpas y terminó a lágrima viva. Ahora, en el ritmo danza árabe, podrá seguir exponiendo vida privada.-