Palomita Blanca
Vals 1929
Anselmo Aieta
Letra: Francisco García Jiménez
Su ausencia esta congoja me dio,
y a veces su recuerdo es un bien
que pronto se me ahoga en dolor...
Y nada me consuela de ir siempre
más lejos de verme sin ella.
Mi paso va adelante y atrás el corazón.
El rumbo que me aleja tan cruel,
me roba sus caricias de amor,
y sólo el pensamiento la ve,
la escucha embelesado,
la besa con ansias,
la siente a mi lado.
Y voy, así soñando, más lejos cada vez...
Blanca palomita que pasás volando
rumbo a la casita donde está mi amor,
palomita blanca, para el triste ausente
sos como una carta de recordación...
Si la ves a la que adoro,
sin decir que lloro,
dale alguna idea
de lo muy amargo
que es vivir sin ella,
que es perder su amante calor...
Sigan adelante,
pingos de mi tropa,
que de un viento errante somos nubarrón
y en un mal de ausencia se nos va la vida
siempre a la querencia dándole el adiós... ¡
Palomita blanca! vuela noche y día de mi nido
en busca y escribí en el cielo con sereno vuelo:
"No te olvida nunca, sólo piensa en vos".
No sabe aquel que nunca dejó su amada a la distancia,
el pesar que al alma impone un duro rigor,
que viene de ladero, que a ratos la nombra midiendo el sendero,
mirando allá en la sombra los pagos que dejó...
La he visto entre mis brazos llorar
la he visto al darme vuelta
al partir su tibio pañuelo agitar,
y luego irse achicando su imagen lejana...
y en mi alma agrandado su encanto...
y esta pena de no tenerla más...