La legendaria estrella de los Beatles, Paul McCartney, dijo que fue presionado para que cancelara su próximo concierto en Israel, pero tranquilizó a sus seguidores israelíes asegurando que seguirá adelante con la función prevista.
"Se me acercaron diferentes grupos y organizaciones políticas que me pidieron no venir. Yo me negué. Hago lo que pienso, y tengo muchos amigos que apoyan a Israel," dijo McCartney en una entrevista publicada por el diario israelí Yedioth Ahronoth.
McCartney interpretará los éxitos de los Beatles y los de su carrera como solista durante el concierto del próximo 25 de septiembre en Tel Aviv, que forma parte de una serie de presentaciones que lo llevarán a ciudades que nunca antes visitó.
Consultado acerca de cómo se sintieron los miembros de los Beatles cuando el Gobierno israelí canceló su concierto en 1965 argumentando que podrían corromper la juventud del país, McCartney dijo que fue "un poco ofensivo el pensar que podíamos corromper a la juventud."