PIÑAS VAN, PIÑAS VIENEN
"Viene de la pasión que tuvieron por el boxeo mis viejos. Me acuerdo que cuando peleaban Monzón o Galíndez, en mi casa había pizza, birra y mucho tabaco. Y todos alentaban gritando ¡Dale, rompele la cabeza! . Y el Mosca también, un pibito, tomando gaseosa y gritando ¡Dale, comele la yugular! . Argentina siempre tuvo unos buenos púgiles y me quedó ese flash.
ARREBATO
"Un día que fuimos a ver Attaque 77 en la primera época, en Quilmes. Éramos unas 40 personas en una discoteca gigante y a la salida del boliche, vamos caminando y vienen un par de rolingas de ahí, nos empiezan a apurar. Nosotros éramos tres chicos y una chica, ellos eran una bocha. Mano a mano, mano a mano , pedimos nosotros, pero nos empezaron a rodear... Al final, terminamos en una pelea a morir, la sacamos bastante bien, pero ojo, nos pusieron un par de piñas. ¡No sabés cómo pegó la chica! Era una punkie de cresta azul que tiraba botellazos y andaba con cadenas..."
YA NO SOS IGUAL
"En el barrio parábamos en un kiosko con unos pibes y de un chabón me decían Che, Mosca, guarda que este es poli , Sí, sí, y yo soy cura , respondía. En esa época, vagancia pura, estábamos todo en la esquina. Y el chabón sacó de repente la credencial de la Federal. Yo no lo podía creer. Después hicimos la canción, pero ese no se llamaba Carlos; y al poco tiempo, da la casualidad que otro kioskero, donde también comprábamos birra y papas fritas, también era un policía y este sí se llamaba Carlos, entonces alucinó que le habíamos hecho a él la canción. No nos quería para nada".