Primero se despachó develando al aire que su ex y su nueva novia se cazaban en secreto. Casi al mismo tiempo (vaya uno a saber si fue por la bronca), Amalia Granata tuvo un ataque de apendicitis y tuvo que ser operada de urgencia. Pero la frutilla del postre, el dato clave que a todos nos hace preguntarnos qué le pasa por la cabeza, es que les mandó de regalo su apéndice recién extraído de regalo.
Más allá de que un apéndice es un órgano que vale nada en el mercado negro, muy pocos saben por qué envió una parte de su cuerpo (no olvidemos este detalle) de regalo a su ex.
Habrá que buscar en la historia de los regalos de cumpleaños alguno que supere el de Granata. Vaya uno a saber si estará incursionando en algún tipo de magia negra o macumba, pero en "Un mundo perfecto" la alentaron a que lo hiciera e incluso fueron los grandes promotores del envío.
Lo único que se puede concluir que la necesidad de rating que tiene Roberto Pettinato y las ganas de tener cámara de Amalia Granata se potencian a tal nivel que estiran el ridículo al punto de lo inexplicable.