Samsung dio un paso más allá con la WB550. Se trata de una cámara con 12 megapíxeles, para poder tomar fotos con las que se pueden hacer incluso gigantografías. Para sacar provecho de eso incluye una lente de gran angular de 24 mm.
Trae un zoom óptico de 10x, ideal para capturar detalles a una distancia interesante. Desde una ventana, al menos, se pueden sacar fotos con bastante nitidez de lo que hay a una cuadra de distancia, aproximadamente. Que el zoom esté sobre el obturador no es algo que convenza a todos los fanáticos de las cámaras. De hecho, puede molestar un poco.
En cuanto a la grabación de video, permite hacerlo en alta definición, en el formato 720p. Además, viene con salida HDMI, con lo cual es posible conectarlo directamente a una TV HD o HD ready para poder ver las imágenes en todo el esplendor que brinda la alta definición. Obviamente, esto no se aprecia en su totalidad con imágenes en movimiento caseras, pero en ambientes amplios o en grandes espacios naturales sí.
Para ver las imágenes trae una cómoda pantalla LCD de 3 pulgadas. Trae sistema de estabilización de imágenes tanto óptico como digital, por lo que la mayoría de las imágenes, aún en lugares complicados o con clima hostil, salen bastante firmes.
Trae unos 7 efectos para agregarles a las fotos. De esa manera, es posible editarlas directamente en la cámara, sin pasarlas por la PC. Incluso es posible enviarlas a imprimir desde allí.
Una de las funciones más llamativas es el Smart Album, que permite buscar una imagen dentro de la cámara en base a la fecha en que fue tomada, el tipo de archivo o el tono de color general del archivo. Un extra interesante para los que suelen tomar muchas fotos.
Sin ponerse colorado, es posible decir que, con esta cámara, fotos que podrían pasar por profesionales las puede sacar un niño pequeño. Es que resulta muy fácil de manejar, obtener buenos resultados y hasta editarlos.