Jessica es de una familia entrerriana de seis hermanos. Todos ellos, salvo uno, desembarcaron en Buenos Aires hace un par de años y viven con sus padres en Chacarita. Al bar de Palermo donde estaba acordado el reportaje, Jessica llegó con una amiga que trabajó mucho para que su caso se conociera. Jessica se apoya mucho en ella, e incluso cada vez que detuvo el relato con el llanto atragantado, su amiga le recordaba con un abrazo que todo eso ya estaba terminado.
. Cuando las detuvieron "no caíamos. Después, pensábamos que íbamos a declarar y nos volvíamos a la Argentina. Pero no. Estuvimos dos o tres días en un calabozo del aeropuerto y después declaramos ante la jueza. Pero no nos creyeron, no entendían que no sabíamos nada sobre la droga. Recién comprendimos la seriedad de todo cuando tuvimos que firmar la prisión preventiva que había ordenado la jueza. Le devolvíamos el papel a la secretaria, pero no, teníamos que firmarlo. Ahí nos dimos cuenta que la cosa era grave".
. "A Belén la conocí en la Argentina por el trabajo en la agencia. Nos vimos dos o tres veces. Creo que la tercera fue en el viaje. Y estando detenidas, al principio éramos como hermanas, lo único cercano que tenía. Nosotros compartíamos el saber que éramos inocentes. Todo esto nos cambió. Es cierto que de alguna manera nos hizo conocidas y nos ayudó a trabajar. Pero si me preguntas, prefiero no tener nada a pasar más de un año y media presa. Pero sí es una realidad que a partir de eso, hoy tengo ciertos proyectos que antes no tenía".
. "El que se haya mediatizado el caso, a la Justicia española no le gustó mucho. Allá son diferentes en ese sentido. Fue tanta la repercusión, que en algún punto se transformó en un elemento en contra. Pero al mismo tiempo nosotras necesitábamos hacer público lo que estaba ocurriéndonos, aunque no necesariamente ayudó a que la jueza adoptara otra posición. Pero además, el estar presas implicaba un problema económico, porque había gastos que mi familia no podía sostener. Y por eso es que todo se hizo público".
. "Le buscamos el lado positivo para poder pasar mejor el momento. Fue feo, obviamente no te dan ganas de hacer nada, sentía el peso de cada día que pasaba. Pero había que hacerlo, distraer la mente y no pensar tanto en lo que significaba estar ahí. Estar lejos de las personas que uno quiere... Los primeros meses no dormía. Estaba nerviosa, llegaba la noche y se hacía eterna. La noche era un repaso de todo, el no terminar de entender en qué lugar estaba. Me tranquilice un poco cuando mi mamá pudo viajar".
. "A partir de ahora todo es puro progreso, seguir trabajando... tengo muchos proyectos. Empezar otra vez. Hacia mucho que no hablaba del tema, de haber estado detenida... es muy loco. Y cada vez que lo cuento, lo revivo".