"Esto es una idea ridícula y no nos sentimos nada felices de estar acá". A pocas horas de haber aterrizado en la argentina, los N.Y. Dolls dieron una conferencia de prensa que empezó con esa frase de su cantante David Johansen, provocando risas y aplausos de los pocos medios presentes. Posteriormente se hicieron las preguntas de rigor, de las que sacamos un par de cosas en claro: los Dolls evitan comparar su disco de relanzamiento con los anteriores, se ríen del establishment rockero que los adora diciendo que "Iggy Pop vino al estudio de grabación para pedir prestado 20 dólares y se terminó quedando", pero también les encanta remarcar su influencia en la cultura pop del último medio siglo. Y como yanquis promedio quieren ver mujeres hermosas bailando tango.
El pasado miércoles 17 apenas pisadas las 21 se presentaron los New York Dolls en el teatro Roxy de Buenos Aires. Pero bien podrían haber sido los N.Y. Dolls Revisited, ya que muerto el carismático líder Johnny Thunders y el bajista original, dependía de Syl Sylvain en guitarra y David Johansen en voz, mantener algo así como el leit motiv de la banda. Claro que 35 años después nadie espera de una banda como los Dolls que mantengan intacto el espíritu que los hizo perdurar a lo largo del tiempo. Lo que sí esperaba la concurrencia y sucedió, fue un buen show de rock and roll. Recalentado por hits indiscutibles como "Pills", "Subway train", "Trash" mas un impecable cover de Piece Of My Herat, cover de la también extinta J Joplin.
Tal vez lo que le quitó un poco de poder al recital fue la inclusión, esperable por otro lado, de temas como "We are all in love" o "Fishnets and cigarettes", canciones del disco que los resucitó "One day it will please us to remember even this".