"Luego del disco de Tribalistas quedé embarazada. Entonces, aproveché para quedarme en casa y satisfacer el deseo antiguo de profundizar la investigación e ir en busca viejas canciones. Fui en busca de otros universos paralelos. Estuve un año entrevistando a varios sambistas; a sus parientes y amigos. Y encontré un gran repertorio inédito de sambas de los años 44 al 50.
Lo más encantador que encontré fue la pureza de la relación con la música. La mayoría de los artistas no eran profesionales, tenían otras profesiones y usaban a la música como celebración de la vida, como preservación de los valores. No pensaban en editar sus canciones sino expresarse; necesitaban que la música pase del plano de las ideas al de la realidad. Eso es bonito e inspirador."
Así describía Marisa Monte en una entrevista con La Voz del Interior de Córdoba, uno de sus dos últimos trabajos Universo ao meu redor. La voz más dulce de Río de Janeiro vuelve a la Argentina esta misma noche para presentarlo junto a su disco paralelo, Infinito particular, que contiene canciones que fueron creadas en muchos momentos de su vida.
"Quince años componiendo piezas musicales. Algunas terminadas, otras abandonadas. Muchas de las que hoy conoce todo el mundo, recién nacían. Anotaciones sonoras. Casi cien cintas, todas escuchadas, editadas, mapeadas por mí", comenta la artista.