En 1979, abrió el Capsule Inn Osaka, primer hotel cápsula en Japón, diseñado por el arquitecto Kisho Kurokawa. Así surgió un sistema de hospedaje que en lugar de habitaciones utiliza pequeñas cabinas apiladas, en las que entra una sola persona (ver video). La primer impresión fue polémica, muchos compararon a estos hoteles con latas de sardinas o nichos de un cementerio, pero de todas maneras el diseño trascendió y los hospedajes de este tipo se multiplicaron en Japón.
Inspirado en ese concepto y después de viajar en la primera clase de un avión de British Airways, Simon Woodroffe (ver recuadro), el dueño de "YO! Company", sumó esta experiencia con la idea japonesa y creó Yotel, un hotel cápsula para aeropuertos, pero mucho menos claustrofóbico que sus antecesores.
Las cápsulas de Yotel no son cabinas al mejor estilo cucheta sino diminutas habitaciones que tienen de todo, baño, ducha, televisor Flat screen LCD con sonido surround, aire acondicionado, un sistema automatizado de admisión y partida, camas para una o dos personas, servicio de alquiler de películas y hasta conexión a Internet y un techno wall con conexiones para i-pod y reproductores de mp3.
Yotel abrirá, a mediados de este año, en los aeropuertos ingleses de Heathrow y Gatwick. Los precios de las cápsulas oscilan entre los 80 y 140 dólares por noche y también se puede pasar en ellas un mínimo de cuatro horas por 50 dólares.
La "YO! Company" tiene una serie de empresas en Europa: los sushi bar "YO!Sushi", las tiendas de ropa "YO! Japan", la productora de radio y TV "Rad YO!" y los spa "YO!Zone".