Un técnico atiende el teléfono de la "oficina" de NTVG y deja el tubo colgado. De este lado, se oyen los acordes de "En la cara", track del disco "Todo es tan inflamable". La canción termina. Emiliano se pone el micrófono en la boca, pero sigue concentrado en la música, en el ensayo para la gira que empiezan el jueves en el Club Social de Monte Hermoso, en hablar con sus compañeros sobre algunas modificaciones... y así se demora en saludar. Hasta que finalmente:
¿Te interrumpí?
Un poquito. Estamos armando el show porque salimos hoy a la noche. Tenemos un viaje largo. Y ahí nos esperan varios recitales, en los que vamos a hacer algunos temas viejos y algunos nuevos de "Todo es Tan inflamable".
El último disco está en las disquerías desde hace rato, pero la presentación ofical será recién el 17 de marzo en el Estado Charrúa de Montevideo y el 10 de mayo en el Luna Park. Pero, antes de eso, NTVG vuelve a la Costa, para hacer el mismo recorrdio veraniego de las bandas argentinas.
¿Ya se sienten locales?
La gente nos hace sentir como en casa. Si eso es llamarse locales, sí. Cada vez que vamos el cariño que nos demuestra la gente y la cercanía que encontramos con el público, nos hace sentir como si estuviéramos tocando a cuatro cuadras de casa.
La realidad argentina y uruguaya es bastante distinta, al menos eso dicen los diarios. ¿Ustedes perciben esa diferencia?
No, no la sentimos. Nuestros recitales sean donde sean transcurren en paz, la gente va a escuchar música, a divertirse y nada más. En mayor o menor medida, los problemas son los mismos. Al ser mucha más gente en Argentina todo se ve más grande, se magnifica, pero prácticamente tenemos las mismas costumbres. La gente de acá se siente identificada con todo lo que pasa allá y a la inversa.
Y en ambos países la gente se identifica con tus letras, que en mi opinión son bastante tristes. ¿Son descripciones de tus estados de ánimo?
Son muy oscuras, si. Pero son sólo canciones. Muchas cosas son mías y otras están exageradas porque no hay que olvidarse de que es arte. Yo dejo muchas cosas mías en las letras, plasmo otras que veo alrededor, pero siempre prefiero que todo eso salga a través de las canciones.
¿Van a volver a trabajar con el guitarrista y productor Tito Fargo?
Todavía no sabemos porque falta para el próximo disco, pero trabajar con él fue divino. Es una gran persona, un tipo muy abierto, que ve la música como la vemos nosotros. Tenemos mucha confianza porque ya trabajamos con él en dos discos y todo se hace mucho más fácil, más rápido.
¿Escasean en Uruguay esa clase de referentes?
Acá la figura del productor es bastante nueva. Se trabaja así desde hace poco. Antes todo era mucho más amateur, no había escuela. De a poco están saliendo productores, creo que en un futuro va a haber algunos muy buenos.
¿Qué cambiaron en el escenario uruguayo ustedes y otras bandas como La Vela Puerca?
Nos tomarnos la música un poco más en serio, hicimos que no todo sea tan hippie, buscamos que los discos estén buenos, que los recitales suenen bien en cualquier lugar. Nos encargamos de llevar luces y sobre todo de ensayar para hacer buenos shows.
¿Se sienten referentes de otras bandas que están siguiendo sus pasos?
No, no. En todo caso, compañeros. En realidad alguien abre la puerta y es eso...Por una cuestión de edad puede ser, son bandas que por suerte están tomando el mismo camino, que no es más que tomarse la música en serio.