Gonzalo Heredia le dio una profunda entrevista a Luis Novaresio para A24 en la que contó por primera vez en público un breve, pero doloroso, capítulo de la vida de su madre.
Las palabras del actor y escritor vinieron de la mano de su nueva novela Extranjera, que de algún modo lo conectó con el pasado familiar y los vínculos.

LA DURA INFANCIA DE LA MAMÁ DE GONZALO HEREDIA
“De mi mamá valoro mucho el hecho de habérsela rebuscado como pudo, con la infancia que tuvo”, dijo Gonzalo.
“Mi mamá tuvo una infancia muy dura, ella fue abandonada en un potrero cuando era bebé”, continuó el actor, en la charla con Novaresio.
Y lo relacionó directamente con su escritura: “Creo que también un poco la novela habla de eso, de no saber quién es uno, de esta búsqueda de identidad propia”.
“Uno, con una persona que tuvo esa infancia o que tuvo esa llegada a la vida, a este mundo, es muy difícil pedirle o exigirle ciertas cosas que no tiene construidas, vínculos, sobre todo, vínculos”, puntualizó Heredia.
En ese sensible marco, Gonzalo reveló: “Yo tuve un momento de mi vida, porque fui muy apegado a ella, toda la infancia, toda mi infancia, mi pre-adolescencia y mi adolescencia, en el sentí que por el bien de los dos necesitaba alejarme”.
Lejos de juzgar a su madre, continuó comprensivo: “Creo que las personas tienen como esta forma de vincularse, como en el caso de mi mamá, como pueden, con las herramientas que tienen, con las herramientas que supieron construir”.
“Pero a veces esas herramientas son bastante hirientes, entonces está bueno uno ser consciente de eso, no culparla absolutamente nada, y simplemente tomar un poco de distancia. Yo tengo mucho que seguir trabajando con respecto a ella, con respecto a nuestro vínculo”, concluyó Gonzalo Heredia, dejando asomar en primera persona sus dolores más íntimos.