Detrás de esa sonrisa y esos ojos angelicales, se esconde un niño eterno, pícaro y travieso. Nicolás Vázquez habla de sí mismo como un “loco lindo” y a la hora definir el porqué del rótulo, no duda. “No tengo mucho filtro, soy pasional. De chico, casi me echan del colegio cuatro veces. ‘Lo que lo salva es el hecho de ser buena persona’, le decían a mi vieja. He llegado a tirar petardos, o a hacer desmanes en Bariloche”, aseguró, en una divertida entrevista con el diario Clarín.
"Era un pibe rebelde en quinto año. Salimos en el diario de Bariloche con el título ‘Pibes podrían haber muerto’”.
En tren de confesiones, el protagonista de Stravaganza Tango reveló una locura adolescente durante el viaje de egresados que casi le cuesta la vida. “Quiero pedir públicamente perdón a Bariloche, ja ja ja. Era un pibe rebelde en quinto año. Viaje de egresados. Ascensor de hotel. Máximo 6 personas. Yo desafié: ‘Hagamos récord, suban todos’. 12, 20 personas. ¡Pum! Se cortó el cable. Llaman a la policía. Salimos en el diario de allá con el título ‘Pibes podrían haber muerto’”, relató Nico.
Además, el amor de Gimena Accardi contó también sus primeras experiencias laborales, antes de consagrarse como actor. “Mi primer laburo fue a los 12, haciendo panchos en el negocio de mi viejo. Explotaba las salchichas, pero aprendí a hacer una hamburguesa. Después trabajé en el primer Easy del país. Me echaron porque no paraba de actuar. Te hacía a Luis Miguel. Un día me puse una máscara de soldadura y caminé 25 minutos como un robot. ‘Usted quiere ser actor, se va a morir de hambre. Está despedido’, dijo el gerente. Le mando un saludo, mal no me fue”, completó, con humor.